Desde hace algunos meses frases
como “Hambruna en el cuerno de África”, o “La mayor sequía de los últimos
sesenta años”, son utilizadas por Agencias internacionales, Gobiernos y ONGs
para concienciar a la sociedad y obtener fondos que faciliten la compra y
distribución de alimentos entre los afectados por la crisis de Somalia.
Pero, ¿tenemos una imagen objetiva
del contexto en el que se desarrolla esta emergencia, de quienes son los más
afectados, o de si los esfuerzos están respondiendo a una solución global coordinada
al problema?
Responsabilizar de la situación únicamente
a factores medioambientales o económicos es insuficiente. La mano del hombre
está presente de manera innegable en los orígenes y el desarrollo de esta
crisis. Y la mano del hombre hace que los únicos que por el momento reciben
asistencia, aquellos que vemos en las imágenes difundidas por los medios de
comunicación, sean sólo los más afortunados. Los que han conseguido huir del
horror.
Una atroz guerra interna y
la ausencia de un Gobierno estable
están desangrando a la población somalí desde hace más de 20 años. Los largos
períodos de sequía y la hambruna no hacen sino integrarse en este caótico
contexto, con consecuencias devastadoras.
En tales circunstancias el
sufrimiento de la población se agudiza. El acceso a alimentos, agua o a una
asistencia sanitaria se perfila difícil, si no imposible. Son las consecuencias
de un estado fallido. Para completar el cuadro, las organizaciones humanitarias
carecen de toda posibilidad de acceso a las comunidades más afectadas.
Debemos aceptar la realidad,
buscar la justicia, y no contentarnos con la piedad o la caridad. Los esfuerzos
que se están realizando son útiles, pero insuficientes. La raíz del problema es
profunda, y el sufrimiento mucho más agudo de lo que somos capaces de
comprender desde nuestra atalaya. Hace falta algo más que dinero para ayudar a
los afectados por esta vergonzante crisis humanitaria. Se necesita una acción
coordinada que facilite, en un primer lugar, el acceso humanitario a una
población completamente desasistida y, a medio plazo, pero desde ya, la
colaboración para la estabilización política, social y económica del país
somalí.
Y esto se traduce en el lema
“Somalia necesita” y no solo “Somalia te necesita”. A cada uno lo suyo.
F. Medina
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