sábado, 7 de junio de 2014

La República de los aforados




Casi una semana después de la noticia bomba que todo el mundo esperaba sin creerla del todo, y en medio de revuelos grises, rosas, rojos, gualdas y violetas , la máquina mediática del mejor populismo se pone en marcha. La del tirón, la de las tertulias promotoras de señorías y morideros de ex señorías o aspirantes a señorías, la del sálvame de carnaza . Menos mal que el mundial está a la vuelta de la esquina, Majestad.

Ni 24 horas pasan y a la llamada de las redes sociales, hordas tricolores saltan a las plazas para mostrar al mundo su estandarte de "extrema urgencia social": Referéndum, República, modernidad. Rubalcaba en su último estertor viste galas de Hombre de Estado, de monárquico de pro y se enfrenta al motín republicano socialista (oda irónica a la lealtad institucional en el partido del "todo es cuestionable"). Rajoy pregunta a los hados si se quedará embarazado, que es lo único que le falta al pobre en la presente legislatura. Tonto no es. Al menos su apuesta ha sido interna. Mínimos cambios en su equipo. Bastantes noticias hay en el patio .

Y ahora el gran debate: Rey Aforado o no? Por los clavos de Cristo ! En el Reino (nunca mejor dicho) de los aforados, de politicuchos y enchufados, y de insignes corruptos sin tener más de insigne que lamer las posaderas de otros desde los 15 años y exigir que otros se los laman a cambio de firmas, cómo coño no va a tener inmunidad el único tipo que ha vivido 76 años por y para el servicio público? El único que ha permanecido inmune a dictaduras, transiciones, golpes de estado, incapaces y crisis? Pena que lo que le haya hecho doblar la rodilla no haya sido sólo la edad, sino la cornada de un elefante muerto, un rumor de faldas, una prótesis infectada y un yerno caradura (esto último por cierto, bastante común en nuestro entorno pero que a los plebeyos nos produce sólo pena, no odio, para con el suegro. Es que ser Rey es una buena faena para según qué cosas).

Y D. juan Carlos, torero, se despide en una Plaza. "Me corneará un elefante Botswanés, pero mis morlacos me los meriendo yo, y salgo por la puerta grande". Aforen a D. Juan Carlos I. Prefiero conocer sus secretos por memorias autorizadas, y no por papel del baño. Y no me vengan con pamplinas. En esto soy más papista que el Papa. Soy plebeyo y democrático como el que más. Creo en el pueblo pero también en la necesidad de madurez del pueblo para según qué cosas. Igual que prefiero que en vez de un jurado popular me juzgue un juez de carrera, aún con sus defectos, que al menos por ahora y hasta que nosotros y nuestros políticos nos hagamos mayores, la primera cara que me represente sea la de quien se haya preparado toda la vida para hacerlo, no la de quien elija una masa inmadura e influenciable. Para telefonistas, ya jugamos suficiente eligiendo expertos en call centers para Bruselas. Nos queda mucho para ser Francia, Alemania o Estados Unidos. Duele. Pero llegaremos. Paciencia.

Fernando Medina



martes, 21 de enero de 2014

El "racismo" en el sol naciente


Hoy los medios se hacen eco de la decisión de una compañía aérea nipona de suspender la emisión de un anuncio tras ser calificado de racista por varios espectadores. El “execrable” acto ha sido disfrazar a un japonés de occidental, retratándole como persona de nariz grande y pelo rubio.

No sé si tras esta burda historieta digna del peor manga se esconde una estrategia de notoriedad comercial (en cuyo caso brillante) o una verdadera cuestión de prejuicio racial, algo que sería más preocupante.

Siempre he sido muy critico frente a las irreflexivas calificaciones de racistas de imágenes, palabras o gestos, sean en campos de fútbol, libros, películas o chistes. Me temo que la sociedad actual haya perdido tanto el norte que se embobe buscando peligro y odio allá donde no lo hay, y tuerza la cara ante el terror del odio verdadero.


Cercenar pelucas y narices de cartón, y al tiempo trivializar la exterminación de pueblos por su origen étnico o religioso. Ese es nuestro mundo civilizado. Quizá tengan razón nuestros amigos del sol naciente, no se vaya a despertar el fantasma de Hiroshima. Siempre hay una causa para todo y una justificación para nada.


sábado, 20 de julio de 2013

"En Darfur queda mucho por hacer" | MSF - Médicos Sin Fronteras

"En Darfur queda mucho por hacer" | MSF - Médicos Sin Fronteras



26.03.2013

"En Darfur queda mucho por hacer"

En Jebel Amir, al oeste de Darfur del Norte, los enfrentamientos tribales a causa de la propiedad de una mina de oro, desde principios de año, han causado cerca de 100.000 desplazados. Un brote más de la violencia perpetrada por distintos actores que no ha abandonado Darfur durante la última década. Y a pesar de que se están dando pasos para mejorar el acceso de la población a la ayuda humanitaria, queda mucho por hacer, según declara en esta entrevista Fernando Medina, coordinador general de la misión de MSF-OCBA en Sudán
© Asia Kambal
¿Puedes explicarnos cómo está la situación en Jebel Amir, ahora?

El conflicto se originó por la disputa entre dos tribus por la propiedad de una mina de oro, cuya explotación es muy importante para la economía de la zona. Eso desembocó rápidamente en enfrentamientos muy violentos. Hay varias estimaciones del número de muertos y heridos. Pero en cuanto a desplazados, se habla de unas 100.000 personas distribuidas en varias localidades. El mayor grupo, unas 65.000 personas, se encuentra en El Seraif, y allí MSF está tratando de implementar actividades médicas y humanitarias para esa población. Estos desplazados se suman a la población local que no llega a 50.000 personas.

¿Hay otras organizaciones de ayuda en la zona?


Ahora mismo, somos la única organización internacional humanitaria con capacidad operacional de atención médica en la zona. Había dos organizaciones nacionales que tuvieron que suspender temporalmente sus actividades debido al pico de violencia.

¿En qué ha consistido la intervención de MSF hasta el momento?


Lo primero fue enviar un equipo reducido para evaluar las necesidades de la población en varias de las localidades con desplazados. Detectamos las mayores necesidades en El Seraif, donde se ha refugiado una parte de una de las tribus en conflicto. Aunque allí hay un hospital, la llegada masiva de desplazados desborda las capacidades del mismo. Por lo tanto, la idea fue montar una estructura de atención primaria junto a clínicas móviles.  

¿Esta población está a salvo ya de la violencia?


El último enfrentamiento entre las dos tribus sucedió hace tres semanas, cuando el equipo de MSF estaba en la zona preparando la intervención. Como los ataques se dieron en las afueras de El Seraif, llegaron bastantes heridos al hospital. Nuestro equipo colaboró con el personal sanitario del mismo tanto en la atención directa con los pacientes como en la referencia de los casos más graves al hospital de El Fashir, la capital del norte de Darfur. Todo esto se desarrolló en un período de 48 horas. Se llegó a atender a unos 121 pacientes. Ahora la situación se ha tranquilizado un poco. Además participamos en una distribución de alimentos terapéuticos para 9.600 niños menores de 5 años.

Pese a todas las dificultades, MSF sigue presente en Darfur ¿Nos puedes hacer un mapa de las actividades de la organización en este momento y lo que se ha logrado hasta el momento?


Además de la colaboración con el Ministerio de Salud con un equipo para responder a emergencias como las de Jebel Amir, actualmente contamos con tres proyectos regulares en los que damos atención primaria, salud materno-infantil, vacunaciones, etc., a través de estructuras fijas y clínicas móviles: uno, al norte del estado de Darfur del Norte, en Dar Zaghawa, otro en la zona semidesértica de Tawila, al oeste de El Fashir, la capital del estado, y el tercer proyecto se encuentra en Kaguro, una zona controlada por fuerzas opositoras al gobierno.  Allí hemos podido contribuir en el mes de febrero a la campaña de vacunación contra la fiebre amarilla de unas 100.000 personas. Se suman a las 850.000 personas que han sido vacunadas contra la fiebre amarilla en todo el país desde finales del año pasado mediante una campaña en la que hemos participado junto al Ministerio de Salud.

En Kaguro, precisamente, MSF tuvo que suspender sus actividades el año pasado por la imposibilidad de garantizar el suministro médico, a causa del conflicto. Sin embargo los equipos han podido volver a la zona para la campaña de vacunación. ¿Esperáis volver a reanudar el proyecto?


Se trata de una zona con dificultades de acceso no sólo logísticas, pues al tratarse de una zona conflictiva, se dificultan los permisos necesarios para el envío de suministros o personal. Actualmente estamos trabajando para poder reanudar las actividades. El problema sigue estando en las dificultades para el suministro de medicamentos y el acceso del personal de salud. Pero creo que las conversaciones con las autoridades van en la buena dirección. Hemos encontrado una buena disposición, aunque se necesita tiempo. Haber podido hacer una campaña de vacunación es un buen paso adelante.

Al cabo de diez años de enfrentamientos, ¿cuáles son los retos que afronta la población de Darfur a nivel médico y humanitario?


Aunque en muchas zonas, la situación ha cambiado y en otras continúan los enfrentamientos, el primer reto es que Darfur no tiene las estructuras sanitarias suficientes para dar una atención primaria básica a la población. Además, el 50% de estas estructuras no están atendidas directamente por el personal del Ministerio de Salud sino por la propia comunidad, o por organizaciones locales o internacionales. Y allí donde está el Ministerio de Salud, no existe personal suficiente para dar la atención requerida. Es decir queda mucho por hacer.


En Sudán, MSF comenzó a trabajar desde 1979, y actualmente tiene proyectos en los estados de Al-Gedaref, Sennar y en los tres estados del Norte, Sur y Este de Darfur. En Darfur, MSF comenzó a trabajar en 1985, y desde 2004, ha estado presente de manera continua en la región prestando atención humanitaria.

viernes, 19 de julio de 2013

Un brindis por Blanca y Montserrat






Irene Lozano dedica hoy su columna en "El Confidencial" a Blanca y Montserrat, las dos voluntarias de Medicos sin Fronteras cuya liberación, tras casi dos años de secuestro, ha sido felizmente confirmada ayer por la Organización. Destaca, y cito textualmente, que "MSF tiene el enorme mérito de no haber dejado de pensar en sus cooperantes ni un solo día, de haber trabajado tenazmente, en todos los detalles, hasta conseguir su liberación. Y de haberlo hecho en silencio".

He permanecido vinculado a esta organización humanitaria durante los dos últimos lustros; años de experiencias vitales indescriptibles, de trabajo duro, de ilusiones y cansancios, de frustraciones y alegrías... pero siempre de esperanza. He conocido voluntarios de todo el mundo. He tenido el honor de dirigir equipos de las más variadas procedencias, edades y condiciones, siempre unidos por un elemento común y universal. El compromiso humanitario. Y he convivido estos últimos 21 meses con la rabia propia y el pesar compartido. Estos interminables dos años han sido para el movimiento de una tensión interna difícil de explicar. Pero Medicos sin Fronteras ha apretado los dientes, y una vez más ha demostrado su fidelidad al compromiso humanitario y al respeto a los principios de independencia y neutralidad que la han hecho depositaria del reconocimiento y legitimidad de que goza en todo el mundo.

A muchos aprovechados que, como ya es tristemente usual, se vean en la tentación de volcar sus tinteros en críticas ilegítimas, les rogaría que lean la carta de principios de MSF, la que suscriben todos y cada uno de los voluntarios que deciden ir allá donde son más necesarios, y específicamente el punto número 4: "Los voluntarios miden los riesgos y peligros de las misiones que cumplen y no reclamarán para sí mismos ni para sus allegados compensación alguna, salvo la que la asociación sea capaz de proporcionarles". Quizá muchos no lo entiendan, pero como podrán comprobar, no se trata de una cláusula en letra pequeña de un contrato ni de un formalismo que no se respete.

La gestión de esta crisis por Médicos sin Fronteras es un ejemplo no solo para el mundo humanitario, sino para una sociedad tan entristecida como la española, que actualmente pasa por uno de sus momentos más inciertos. Un ejemplo de eficacia en la práctica de virtudes tan necesarias para superar los imposibles como la tenacidad, la esperanza, la solidaridad y la humildad. Un ejemplo de lo que deben ser el compromiso y el respeto a los honorables principios de la independencia y la neutralidad. Y todo en aras de garantizar el cumplimiento de una misión común: Seguir prestando asistencia médica humanitaria allí donde más se necesita. Todos hemos honrado a Blanca y Mone, con nuestro compromiso, con nuestra dedicación, con nuestra esperanza, con nuestra discreción. Todos pensaremos que aún podríamos haber hecho algo más, pero lo hemos dado todo. Me siento orgulloso de vosotros. Gracias a todos y enhorabuena.

Fernando Medina

sábado, 16 de marzo de 2013

"Habemus Más que Papam"


Un Jesuita puede ser papa. Un Papa puede ser humilde y Argentina puede darnos algo más de Dios que su mano. En un país donde corrupción se confunde con su hermana paleta, la corruptela, y con su hijo pródigo, el choricismo, algo así podría sonar a locura hace una semana, si entendemos locura como prima hermana del idealismo. La Iglesia Católica, tan moribunda y criticada en su credibilidad como institución todavía puede dar lecciones a los más recalcitrantes políticos, de la caverna o de la verdulería. A más me atrevo. Un Papa que es capaz de pedir a Dios que perdone a sus compañeros cardenales puede ser ejemplo para botarates sindicalistas incapaces de admitir que a un maestro se le deba exigir al menos un nivel educativo superior al de un alumno de primero de bachillerato. Un Papa que paga su modesto hotel, que viaja en metro y que renuncia a su limusina podría dar más de una lección a quienes se aferran a dietas, coches oficiales o pensiones vitalicias. Porque aquí nadie renuncia a nada si no le obliga un decreto. Y para eso, si lo hay, sólo tras meses de discusión sobre el sexo de los ángeles o el qué hay de lo mío. Un Papa que se inclina ante sus fieles y pide redención para sí y los suyos, ¿cuánto podría inspirar a la esencia de vocación de servicio público? Y un Papa que mete mano a los que hicieron lo propio donde no debían (y no me refiero a la bolsa), ¿cómo podría ser visto por los adalides de la presunción de inocencia en política? Lo que puede cambiar el cuento en una semana. Y eso que mi religiosidad es cuanto menos dudosa. Por desgracia, mi confianza en quien rige mi destino terrenal, más. Pero bueno, visto lo visto estos días, la esperanza es lo último que se pierde.


Fernando Medina

lunes, 11 de marzo de 2013

La Política con Mayúsculas





"Recuperar la Política con Mayúsculas". ¿Recuerdan el discurso de Navidad de su Majestad? Menos de tres meses después, su arenga, tan rimbombante como vacía, ha inspirado a la Secretaria General del Partido Popular, quien, protegida por sus correligionarios y grabada en circuito cerrado ha recurrido a la misma fórmula. Y es que las palabras no tienen desperdicio: "Política con Mayúsculas". Un boicot semántico a la unívoca realidad de un concepto tan profundo. Una novedosa doble acepción de la "Política": Política "de verdad" y política "de mentira",  "Política dirigida al interés general y política para los pocos de siempre", "Política de políticos y política de mediocres", "Política de honrados y política de corruptos". Pues no, queridos lectores. La Política es una, y siempre, y digo siempre, debe escribirse con mayúsculas y con letras de oro. En ella no caben excepciones ni doble rasero. Como dijo Rosa Díez, allá por 2007, la primera perversión de la Política es la perversión del lenguaje de la Política: el "llamar a las cosas por lo que no son". La Política no debe menoscabarse siquiera por el lenguaje, venga de quien venga el afán.  Defendámosla a capa y espada. Está maltrecha, pero sigue viva, pese a quienes investidos de todopoderosas facultades, divinas, humanas, constitucionales o electorales, intenten rematarla en una alocada defensa de sacos cada vez más llenos y conciencias cada vez más vacías.  

Fernando Medina

viernes, 25 de enero de 2013

La Madre Tierra




La Tierra, la Madre Tierra: centro de luchas, anhelos, satisfacciones y fracasos. La Madre Tierra. La que nos da cobijo y alimento; la que nos regala protección e identidad. La diosa inerme en movimiento; la rotativa y la traslativa; la que se enfada, la que estornuda y la que golpea. La que se duele por dentro, se derrite, se quema y se fractura. La Madre Tierra, nuestra vieja, que se agota; la que llora por sus hijos incapaces de vivir en paz en ella y entre ellos; la que gime ante el horror de la pelea por sus despojos.

Unos dicen que la estamos matando. Otros, que no hay suficientes pruebas. Quizá muchos tengan razón. Seguro que no toda. Ellos velan por su propio interés. Nada es tan transparente, nadie es tan benévolo y nadie dice toda la verdad. Tantos botones de muestra… Muy cerca, un vecino que se tira por la ventana al no poder pagar su tierra. Un ser "inhumano" que mata, secuestra, o extorsiona a fin de despertar al día siguiente con otro pasaporte; o, en versión más humana, que intenta convencer a sus hermanos tejiendo "normas" contrarias a la Ley para decidir sobre la Tierra y sus líneas divisorias, sus Derechos e idiomas. Más lejos, sufrimiento; supuestamente justificado en identidades culturales, étnicas o religiosas, mas causado por reales razones económicas, mineras o energéticas: La Tierra y sus recursos. La lucha por la posesión de las fuentes, del lucro, disfrazada de ideales cuyo nombre se toma en vano. La lucha por obtener el último trozo de la tarta. ¿Quién la rematará, y en el camino, cuántos más se quedarán?

He tenido ocasión de asistir a muchas variantes de este sinsentido; he leído y escuchado los más diversos argumentos en las más variadas lenguas; he visto cosas que nunca podré expresar con la claridad de mi recuerdo. Prometo que intento abrir mi mente cada día. Pero aún no he conocido a nadie que me convenza. No encuentro justificación a la violencia verbal, física o política. No me lo creo. No les creo. Seamos humanos. Honremos a nuestra Madre.

Fernando Medina