lunes, 7 de mayo de 2012

La "Esperanza" de Elena Valenciano





Dícese de las personas honestas que son aquellas fieles a sus principios, transparentes y que predican con el ejemplo. Hoy me he desayunado con unas increíbles declaraciones de la Nº 2 del PSOE, Dª Elena Valenciano, que han protagonizado una auténtica lección de cómo manipular la propia impotencia, de cómo generar discordia, de cómo aprovecharse de éxitos ajenos y de cómo manipular los conceptos hasta el punto de llamar idiota al votante y si me apuran, ilegítima a la Democracia. 

Lo primero que un político realiza tras la batalla electoral es felicitar al ganador, respetar al perdedor, reconocer la derrota y plantearse el inmediato futuro. Me sorprende cómo esta Señora parece comprender el significado de este código, y la lealtad a su país.

Primero ha hablado de la victoria del candidato socialista en el país vecino como… una esperanza para Europa (vale), una esperanza para Francia (lo paso), y una esperanza para España (inadmisible). ¿Cómo puede un político español basar nuestra esperanza en las victorias electorales de sus afines en países vecinos? Sin duda es un caso de mala gestión de la propia impotencia actual de su formación política, y si me apuran, de mala visión política de fondo por parte de ésta y de aquélla. España tiene entidad suficiente para salir de este atolladero. Y si algo lo ha impedido durante estos 4 años desde el comienzo de la crisis ha sido la ineptitud de nuestros gobernantes. Se ha echado una losa de déficit, con el peso de la arena de un inmenso reloj que inexorablemente acumula por cada mes perdido la necesidad de 3 meses adicionales para recuperar la marcha.
 
Pero no contenta con eso, este buque insignia de la social democracia española (sistema aún no muerto como ella misma ha dado a entender), ha argumentado que la voluntad de cambio se expresa con el voto. No entiendo muy bien qué ha querido decir. ¿Quizá que el voto español de hace 4 meses no haya expresado una voluntad de cambio en España? ¿O que las elecciones del 20 de Noviembre no tienen valor, legitimidad, que el sistema democrático es impropio de nuestra sociedad, o simplemente que el votante es idiota?

Esta reflexión, que nadie se lleve a engaño, no es la expresión de un planteamiento ideológico del que escribe, ni de una crítica furibunda hacia un partido, por otro lado de lo más respetable en cuanto a postulados, historia y apoyo social. Es una llamada a la regeneración, al sacrificio, a la limpieza de nuestra clase política. Es una ejemplificación de lo que nunca me esperaría de alguien que se dice representante de una parte de la sociedad. Y es que, queridos lectores, no aplaudiré jamás a nadie, independientemente de su signo político, que salga a la palestra a llamarme idiota, a deslegitimar un régimen democrático por el que tanto hemos luchado, ni a mostrar a un país vecino como la esperanza de nuestra salvación.

Fernando Medina 

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