Hemos conocido estos días la triste historia de Malala Yousafzai,
una joven pakistaní de 14 años que se convirtió en 2009 en icono nacional por
su reivindicación del Derecho a la educación de las niñas en una región tribal
donde el extremismo hace enormemente difícil, si no imposible, que una mujer
pueda ir a la escuela. Como premio a su osadía, esta indefensa criatura recibió
el pasado lunes un disparo en la cabeza. Hoy se debate entre la vida y la
muerte. Sus agresores no sólo reivindicaron su acción, sino que la justificaron
presentando a Malala como un vector peligroso que favorecería la introducción
de la infecciosa cultura occidental y de su sistema coeducativo y laico en el
sacrosanto valle de Swat. La historia de esta niña coraje nos puede parecer increíble,
pero si extraemos algunas claves como mero ejercicio teórico, encontraremos
alguna similitud más familiar: Interviene una cuestión de Derecho fundamental,
como es el acceso a la educación en condiciones de igualdad y la elección del
sistema de enseñanza. Y advertimos una reducción del programa educativo a la
visión parcial de la realidad favorecida por totalitarios extremistas que se
apoyan en “su” hecho diferencial, y que se erigen en dueños del sentir
ciudadano incumpliendo las leyes establecidas. Salvando el tiempo, la distancia
y nuestros condicionamientos culturales, los presupuestos son muy parejos a lo
que viven nuestra querida España y nuestra querida Cataluña. Por eso, toda
enérgica defensa del Derecho de los niños españoles a educarse en la lengua que
quieran, y toda política contraria a la utilización del sistema educativo como
herramienta de adoctrinamiento contará con mi máximo apoyo. Y todo ello en favor
de una educación completa y real que permita a la juventud española conocer
nuestro mundo como lo conoce todo el mundo civilizado. Si manifestarse a favor
de ello se considera por algunos la gota que colma el vaso, que vean primero
quién lo ha llenado y quién lo ha permitido. Y si eso se llama españolizar, Sr.
Mas, españolicemos.
Fernando Medina
muy bueno!
ResponderEliminarMuchas gracias. Me alegra que te haya gustado
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