lunes, 11 de marzo de 2013

La Política con Mayúsculas





"Recuperar la Política con Mayúsculas". ¿Recuerdan el discurso de Navidad de su Majestad? Menos de tres meses después, su arenga, tan rimbombante como vacía, ha inspirado a la Secretaria General del Partido Popular, quien, protegida por sus correligionarios y grabada en circuito cerrado ha recurrido a la misma fórmula. Y es que las palabras no tienen desperdicio: "Política con Mayúsculas". Un boicot semántico a la unívoca realidad de un concepto tan profundo. Una novedosa doble acepción de la "Política": Política "de verdad" y política "de mentira",  "Política dirigida al interés general y política para los pocos de siempre", "Política de políticos y política de mediocres", "Política de honrados y política de corruptos". Pues no, queridos lectores. La Política es una, y siempre, y digo siempre, debe escribirse con mayúsculas y con letras de oro. En ella no caben excepciones ni doble rasero. Como dijo Rosa Díez, allá por 2007, la primera perversión de la Política es la perversión del lenguaje de la Política: el "llamar a las cosas por lo que no son". La Política no debe menoscabarse siquiera por el lenguaje, venga de quien venga el afán.  Defendámosla a capa y espada. Está maltrecha, pero sigue viva, pese a quienes investidos de todopoderosas facultades, divinas, humanas, constitucionales o electorales, intenten rematarla en una alocada defensa de sacos cada vez más llenos y conciencias cada vez más vacías.  

Fernando Medina

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